Castillo de Nijo

Castillo de Nijo

El castillo de Nijo, fue mandado construir por el Shogun Ieyasu Tokugawa a principios del s.XVII

El gobierno de Tokugawa ya había sido desplazado a Tokyo, pero la corte Imperial aún permanecía en Kioto. El Shogun pensó que esta sería la ubicación más adecuada para cuando fuera a Kioto, a realizar actos diplomáticos, recepciones y ceremonias.

El Ni-no-Maru

El complejo se compone de varias construcciones protegidas por muros y fosos, entre las que destaca el Ni-no-Maru. Un palacio que, más que pensado para resistir un asedio militar, fue preparado para evitar conspiraciones y, proteger al shogun de un potencial asesinato.
Los suelos del Ni-no-Maru están formados por unas tablas de madera alzadas sobre la tierra. Éstas están encajadas con unos clavos en forma de «V» por debajo. Dichos clavos, hacen que las tablas tengan cierta flexibilidad, y que al pisar el suelo, éste chirríe, imitando según dicen el cante del ruiseñor; de ahí que reciba el sobrenombre de «suelos de ruiseñor«. Éste era el sistema de alarma que inventaron los arquitectos del castillo, para avisar la entrada de intrusos.

En el interiore se puede observar una representación con maniquíes a escala real, de la que fue una de las reuniones que más marcó la historia de Japón, en el año 1867. Se puede ver al Shogun Yoshinobu Tokugawa en el centro, y a sus ministros y cabezas de 40 clanes en frente. Simboliza el día en que el Shogun devolvió los poderes políticos al emperador. Aceptando así su rendición frente a su corte, y cerrando la etapa conocida como el Japón Feudal.

Deterioro y reconstrucción

Aunque ninguna de las edificaciones se vio afectada por ninguna Guerra, durante el S.XVIII, el castillo, sufrió varios accidentes (impacto de rayos, incendios…). Después, el lugar se fue abandonando hasta el 1893, cuando empezó a reconstruirse. Hoy en día, desde 1940 (justo un año después de que el castillo fuera donado a la ciudad) es uno de los lugares de visita obligada en Kyoto, y forma parte del patrimonio de la Humanidad de la Unesco.

Comparte este artículo:
Facebook
Twitter
LinkedIn
WhatsApp

Más artículos