Kasuga Taisha es un santuario sintoísta fundado en 768 por la familia Fujiwara. Ésta fue una de las familias que ayudó a establecer la ciudad de Nara como capital de Japón.
El santuario, el bosque y los paseos repletos de lámparas de piedra que le rodean, constan en la lista de Monumentos Históricos de la Antigua Nara, declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Entre el 1871 y el 1946, fue oficialmente designado como uno de los Kanpei-taisha, los santuarios que reciben protección del gobierno, y son comúnmente asociados con la família imperial. Éste rango se le dio a 67 santuarios de todo el país.
El origen de los ciervos
En el Sintoísmo, los ciervos son considerados mensajeros de los dioses. Eso se debe a que uno de los dioses de Kasuga Taisha, llegó al Santuario montado en un ciervo blanco. Este provenía del santuario de Kashima, en la prefectura de Ibaraki.
Desde ese momento, los ciervos pasaron a ser animales sagrados. Desde después de la segunda guerra mundial, los ciervos ya no son considerados sagrados, pero se les ha atribuido la categoría de tesoro nacional. Los ciervos están en libertad por todo el parque de Nara.
El camino de lámparas
Las más de 2.000 lámparas de piedra que conducen al santuario, y las linternas de bronce que cuelgan el su interior, son donaciones de los devotos. Se iluminan dos vez al año; durante el Setsubun, a principios de Febrero; y durante el Obon, a mediados de Agosto.