En el centro de los más de 110.000 metros cuadrados que conforman el parque, se alzan unas paredes de arcilla encargadas de proteger el Palacio Imperial.
Éste sirvió como residencia oficial de los emperadores hasta 1868, cuando la capital fue trasladada de Kioto a Tokio.
Para acceder al palacio, hay que reservar una visita guiada gratuita (en inglés). Ésta se realiza a diario, a las 10:00 y a las 14:00, y dura aproximadamente una hora. La entrada al recinto no se permite fuera de estos horarios. Las reservas se pueden hacer en las oficinas del palacio, en el acceso noroeste del parque. También se pueden hacer por internet, a través de su página web oficial.
El palacio está dividido en dos secciones, la zona residencial y la zona ceremonial. En el ala sur, dentro del impresionante edificio llamado Shishin-den, se encuentra el trono imperial. Conocido como Takami-kura, éste miraba hacia el sur, siguiendo las antiguas tradiciones chinas. Éste, se lleva usando para las coronaciones de los emperadores desde el periodo de Nara. En el extremo norte, está el área donde residían las mujeres y los niños. Y justo en el centro, las dependencias privadas del emperador, y su preciosos jardines Oike-niwa y Gonaitei.
El parque del Palacio
Hoy en día, el parque que rodea al palacio imperial está abierto al público, y es un destino popular por sus amplios espacios, llenos de árboles, flores y paseos. Es también, un lugar perfecto para celebrar el Hanami, fiesta donde los japoneses se juntan bajo los cerezos en flor a beber, comer y celebrar la llegada de la primavera.