Incluido en los Monumentos históricos de la antigua Kioto, declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco; El templo budista Zen Ryoanji (Ryoan-ji) fue construido en 1450, durante el Shogunato Ashikaga.
Desafortunadamente, se quemó por completo solamente 20 años más tarde, durante la guerra de Onin. El edificio principal, se alzó en 1499, junto con, según se cree, el mundialmente famoso jardín zen de rocas, arena y musgo. De nuevo, en 1797, otro incendio lo dañó de forma considerable. Tras éste, el altar de otro templo más pequeño se trasladó a Ryoanji, y se consolidó como el templo que se puede visitar en la actualidad.
El diseño del jardín Zen
Su jardín está formado por 15 rocas, distribuidas en tres grandes grupos. Hay muchas teorías sobre el significado de esta curiosa distribución. Algunos creen que representa un tigre, acompañando a sus crías a través del agua. Otros afirman que son unas islas montañosas sobresaliendo en medio del océano, en recuerdo a los monasterios zen de la China. Lo que está seguro es que está supuesto a la imaginación de cada uno. Sentarse en el porche del templo a disfrutar del jardín y a imaginar su simbolismo, puede entretener y despertar la curiosidad de cualquiera.
La perspectiva
Cabe destacar también la perspectiva usada en el diseño de este sorprendente jardín. A simple vista, parece totalmente plano. Pero esta pensado para drenar el agua de la lluvia gracias a su sutil inclinación hacia la esquina izquierda (visto desde el porche del templo). También la pared de la derecha, es ligeramente más alta en donde se junta con el templo. Diseño pensado para ofrecer una ilusión óptica de grandiosidad al observar el jardín desde el porche.
El muro
El muro que rodea el jardín está compuesto por una mezcla de arena, limo y arcilla conocida como loam, junto con aceite de semillas de uva. Una mezcla duradera, pensada para proteger el precioso jardín y para compensar sus deslumbradores reflejos blancos.